martes, 28 de abril de 2009

Influenza, la gripe cósmica


El temor por los devastadores efectos de pandemias de influenza ha estado presente por lo menos durante los últimos 2000 años en la humanidad, cuando oleadas de la mortal enfermedad barrieron muchas regiones del mundo.
Sin un origen conocido que explicara su letalidad, la población de la Italia Medieval inventó el término Influenza (influencia) para esta enfermedad que pensaban era provocada por las estrellas y planetas, que en nefastas alineaciones astrológicas enviaban a la tierra el terrible mal, como un castigo divino.
Durante el siglo XX, se pudo conocer finalmente al agente causante de la influenza; un virus o partícula de microscópica, a la que muchos científicos consideran como una molécula orgánica no viva.
En ese mismo siglo, se descubrió que su aparición en brotes pandémicos, se daba en periodos de entre 25 y 30 años, siendo el mas devastador el registrado entre 1918 y 1919 que dejó 100 millones de personas muertas.

Gripe cósmica

En los últimos años, cuando los científicos esperan la aparición de un nuevo y mortal virus mutante de la influenza, se ha discutido el origen de los virus y de las pandemias qué ocasionan, creyendo algunos científicos como el extinto Fred Hoyle, que su origen puede encontrarse en el espacio.
En la década de los 50, el polémico astrónomo inglés propuso que partículas orgánicas o virus podrían vivir en el medio interplanetario y ser lanzadas ocasionalmente hacia la Tierra por la actividad del Sol, provocando epidemias en la Tierra.
A finales del siglo XX, antes de morir Hoyle y su colega Chandra Wickramasinghe, refinaron su teoría al explicar cómo es que los virus podrían sobrevivir en asteroides o polvo interplanetario, que constantemente cae en la Tierra.
Ambos descubrieron que en la aparición de pandemias como la de 1918, éstas no seguían pautas reconocibles, a no ser que provinieran del cielo, de la inhalación de las aves durante sus migraciones de este polvo cósmico lleno de virus, que parecía haber penetrado a la atmósfera por oleadas, similares a las tres que se produjeron durante la terrible epidemia de la llamada "gripe española".
El reciente hallazgo de formas de vida muy resistentes en la capa superior de la atmósfera terrestre, llamadas extremofilos, parece servir de apoyo a esta teoría que falta de ser confirmada, pero que ayudaría a entender el porqué esta enfermedad surge en sitios geográficamente distantes y daría a los científicos nuevas armas para controlar su propagación.
Influenza, después de todo, no parece ser un nombre inapropiado, para un mal que podría provenir desde el espacio.

2 comentarios:

manuel salvador dijo...

Los Mayas tenían previsto el advenimiento de la Raza cósmica y que la actividad del Sol provocaría el calentamiento de la tierra y plagas.

Las profecías Mayas dicen que “Kinich ahau (El Sol), es un ser vivo que respira, y que cada 5125 años solares, se sincroniza mediante un rayo de luz, recibido desde el centro del universo, provocándole que brille más intensamente, produciendo en su superficie erupciones solares y cambios en su interior y exterior”.

Sincronización por la que la Tierra se verá afectada por estos cambios que ocurren en el sol (kinich ahau) reflejándose los mismos, en un desplazamiento o movimiento de la tierra, produciendo, en consecuencia, grandes cataclismos; y siendo estos procesos universales como la respiración del universo, que son eternos, cíclicos, constantes y nunca cambian; lo único que cambia es la conciencia del hombre que lo hace a través de la influencia de estos procesos, conduciéndolo hacia una mayor perfección, más amor.

Indicándonos que, a partir de la fecha inicial de esta última sincronización cósmica, el 4 ahau, 8 cumku, es decir, desde el año 3113 a.c., será el último ciclo evolutivo de la tierra del día cósmico que se viviría y que duraría 5125 años, o sea, hasta el sábado 22 de diciembre del año 2012 fecha en la que el sol (kinich ahau), al recibir ese fuerte rayo sincronizador Maya proveniente del centro del universo, cambiará su polaridad y producirá inminentemente una gigantesca llamarada radiante (tormenta solar) que será la más intensa en la historia de la humanidad.

Lo anterior, en virtud de que la tierra, el sistema solar y el universo entero se mueve, tiene ciclos o, períodos de tiempo repetitivos que comienzan y terminan, como el día y la noche.

Diciéndonos que nuestro sistema solar se desplaza sobre una elipse que lo aleja y lo acerca del centro del universo; en otras palabras, el sol (kinich ahau) y todos los planetas se mueven en ciclos de relación conmigo (Hunab Kù) luz central del universo. Y esa elipse, dura 25.625 años, llamado día cósmico, dividido en 5 ciclos de 5125 años cada uno. El primer ciclo es el amanecer o mañana cósmica; el segundo es el medio día cósmico; el tercero es la tarde cósmica; luego viene el cuarto atardecer cósmico que se convierte en noche; y finalmente, la conclusión del día cósmico, el quinto ciclo, la profunda noche cósmica que termina dando paso a un nuevo amanecer, el amanecer cósmico que llamaron el tiempo del no tiempo que tendrá una duración de 20 años, y será un momento evolutivo, una etapa corta pero intensa, dentro de los grandes ciclos, donde sucederán cambios muy rápidos, para impulsarlos hacia una nueva etapa de evolución, como individuos y como humanidad. Vale decir antes de iniciar otros 5 nuevos ciclos entrando en pleno día cósmico y así, infinitamente.

Diciéndonos que, tanto al final como al inicio de estos ciclos, es decir, cada 5125 años, el sol central del universo, (Hunab Kù), emite su rayo de luz Maya, muy intensa, que brilla poderosamente, iluminando a todo el universo. Mediante este brillo o, si se quiere, a través de este rayo de luz Maya, el sol central del universo procede a sincronizar a todos los planetas y soles del universo. Es como el latir lumínico del corazón del universo, el cual palpita cada 5125 años. Ese brillo o resplandor inmenso es el período de transición que marca el final de un ciclo y el comienzo de otro, el cual dura un Katùn (veinte años).



Se preguntarán por qué les escribo de esto cuando ustedes lo que piden es orientación para la gripe Cósmica, para ello les puedo asegurar que mi planteamiento es de vida y regeneración, en donde si nos conducimos con los cinco valores humanos revelados por los Mayas no sufriremos.


Ellos aseguraban que formarían la quinta raza cósmica y que seria síntesis de todas las existentes anteriormente: negra, atlante (roja), amarilla y blanca, Advirtiéndonos que en el tiempo del no tiempo que tendría su inicio en el año 1992; la humanidad del planeta Tierra se encontraría inmersa en este periodo y que si continuábamos en ese curso negativo de odios, de los unos por los otros, destrucción de la naturaleza, materialismo, miedo, egoísmo, resentimiento, culpa, agresión, ambición, angustia, frustración, crimen, robo, secuestro, enfrentamientos por ideologías, religión, moralidad y racismo, iríamos directos a la destrucción, de vuelta al caos, y desapareceríamos como especie pensante de la tierra.

Sin embargo, si tomábamos conciencia y nos dábamos cuenta de que todos formamos parte de un organismo gigantesco, que debemos amarnos y respetarnos los unos a los otros, que al dar, recibimos, que debemos sanar a la madre tierra y ocuparnos de su purificación y limpieza, iremos directo al crecimiento positivo. La naturaleza, nuestro sol (kinich ahau) y el universo estarán esperando nuestra decisión, de ello dependerá cómo se suceda el cambio de los tiempos, si en medio del dolor, destrucción e inconsciencia o, por el contrario, nos encontremos unidos en una misma conciencia positiva, dirigidos a la perfección, vale decir, hacia la siguiente evolución.


Además dicen que para este tiempo el mundo podrá terminar en esa fecha si así lo decidimos. Porque para ese día, la humanidad deberá escoger entre desaparecer como especie pensante, amenazándose ella misma con destruir el planeta o, en su caso, evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo que todo está vivo y consciente, que somos parte de ese todo, y que podemos existir unidos, en una nueva era de luz para todos, de verdad, amor, paz, rectitud y no violencia, como valores humanos, pidiéndonos para este tiempo respeto por la esencia de la naturaleza, en la inmensidad del universo.

Afirmándonos que -a partir de 1992- nos quedarán 20 años, sólo 20 años para realizar los cambios de conciencia y actitud, para que nos desviemos del camino por el que nos encontramos, hacia otro camino que abra las conciencias y mentes, para que nos integremos con todo lo que existe.

Diciéndonos que los signos de esta gran destrucción de la naturaleza se verán significados en el tiempo del no tiempo por los siguientes hechos: pobreza generalizada, aguda crisis económica, altos niveles de insatisfacción, sufrimiento, angustia, conflictos sentimentales y emocionales, convivencia sin armonía, tormentas solares, guerras, polución, erupciones volcánicas, tornados, gigantescos huracanes, terremotos, devastación de recursos naturales, destrucción de las masas forestales, de la contaminación insostenible de las aguas continentales y oceánicas, maremotos, inundación de tierras bajas y enfermedades incurables.

La contaminación en la atmósfera terrestre evitarán que los rayos del sol salgan de la tierra y queden atrapados, con lo cual cada vez las temperaturas de la tierra serán más elevadas.

Causando sequías y en otras partes inundaciones, fuertes ondas de calor en lugares donde el clima era bastante templado, extinción más acelerada de especies de plantas y animales, fuertes tormentas solares, ciclones, tsunamis, tifones, etc.

Todos estos fenómenos derivados del calentamiento global provocarán grandes pérdidas de vidas humanas, dañarán la atmósfera de la tierra adelgazando la capa atmosférica y provocará que al llegar las tormentas solares ingresen a la tierra provocándole su calentamiento y empiecen a descongelarse los glaciares y nevados que inundarán las tierras bajas y que necesariamente desaparecerán muchas tierras y al existir más agua y más calor, habrá más humedad y como consecuencia más calor que calentará la sangre de los hombres y la locura comenzará por apoderarse de los que no estemos preparados en la armonía, unidad y tolerancia que otorga la práctica de los valores humanos. Por lo que la única manera de evitarla, será sincronizándose con los valores y con los ritmos de la naturaleza.

¿Será esta gripe cósmica uno de estos avisos?

Para más información leer el libro TIERRA MAYA Inlakesh Alake: Yo soy tú; tú eres yo: de venta en las librerías de editorial DANTE, de la riviera Maya.

Espacio Verde Mexico dijo...

Interesante comentario, seguro habrá que valorar esta información, muchas gracias Manuel.